Mitos y verdades

El uso médico del cannabis es legal en Brasil. VERDAD

El uso médico de productos derivados del cannabis está regulado en Brasil y existen varias formas de acceder al tratamiento.

El primer paso fue dado en 2015 por la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), cuando permitió la importación por persona física de productos regularizados en otros países mediante prescripción médica y autorización.

En 2017, el medicamento de nombre Mevatyl, compuesto por 27 mg/ml de THC (tetrahidrocannabinol) y 25 mg/ml de CBD (cannabidiol), fue aprobado para su comercialización en las farmacias del país, indicado para tratar los síntomas de pacientes adultos con Esclerosis Múltiple que presentan espasmos de moderados a graves.

A finales de 2019, Anvisa creó la categoría “productos de cannabis”, permitiendo a las empresas obtener una Autorización Sanitaria para comercializar productos de calidad farmacéutica directamente en las farmacias del país.

El escenario también cuenta con la presencia de organizaciones de la sociedad civil que actúan en defensa de los intereses de miles de pacientes y luchan por la democratización del acceso de diferentes formas.

Es necesario fumar para obtener los efectos terapéuticos. MITO

No es necesario fumar para obtener los efectos terapéuticos, aunque también es una forma posible de administrar un producto.

La forma de presentación más común es la solución oral en vehículo oleoso. Estos productos se administran a través de gotas, jeringas o vasos dosificadores, similar a un jarabe. También es muy común encontrar productos en cápsulas (duras o blandas), ungüentos y geles de uso tópico.

Pero las opciones van mucho más allá, e incluso el uso inhalado es una posibilidad de administración viable cuando se busca el efecto terapéutico, preferentemente utilizándose de dispositivos que permitan la vaporización de los componentes en vez de la quema como sucede en el cigarrillo.

 

El paciente se queda “drogado” cuando hace uso medicinal. DEPENDE

Depende. Hablar de uso medicinal del cannabis es muy amplio. Cada uno de los diferentes cannabinoides producidos por la planta son aplicados e investigados en diferentes condiciones y síntomas. Si el producto recomendado tiene niveles más altos de THC, es posible que ciertas dosis causen efectos similares a los observados durante el uso adulto. Por otro lado, con productos predominantes en CBD, estos efectos difícilmente serán observados, incluso en altas dosis.

 

Cualquier especialidad puede prescribir en Brasil. VERDAD

Los médicos de diferentes especialidades son capaces de prescribir derivados del cannabis, siempre y cuando su CRM esté activo. Los dentistas también garantizaron el derecho de prescripción de productos en el modelo de importación por persona física, aunque sigue siendo la limitación a solo médicos para los productos disponibles en las farmacias.

No hay evidencia concluyente de los beneficios terapéuticos del cannabis. MITO

Este es un mito que puede ser cierto en algunos momentos. La evidencia científica es más robusta para ciertas composiciones y condiciones, como para el CBD en la reducción de convulsiones en epilepsia, o proporciones similares de CBD y THC para tratar la espasticidad en pacientes con esclerosis múltiple. Para estas condiciones, sí, podemos decir que hay pruebas concluyentes, obtenidos a través de resultados significativos en estudios estándar oro y aprobados por agencias reguladoras criteriosas.

Todas las demás condiciones para las cuales los productos están siendo utilizados aún no poseen evidencias concluyentes. Muchas de ellas son apoyadas por estudios menos robustos y evidencias de mundo real, otras solo por datos observacionales, relatos de caso o incluso resultados preclínicos.

 

Los cannabinoides son extremadamente dañinos y el uso incorrecto es letal. MITO

El concepto de letalidad está relacionado con la seguridad de un compuesto. La seguridad de algunos cannabinoides y preparaciones, sobre todo las predominantes en CBD y THC, viene siendo ampliamente investigada. Aunque no estén libres de efectos secundarios, el uso medicinal – o incluso el adulto – de diferentes cantidades de estos dos componentes jamás ha estado relacionado a cualquier óbito, diferente de lo que puede ocurrir con otras clases medicamentosas como, por ejemplo, opioides.

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